viernes, 28 de marzo de 2008

LA ERA DE LOS GUSANOS DIMITROVIANOS




UNA PRIMA MÍA QUE VIVE EN LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA, SECCIÓN HISTORIA DE LA BIBLIOTECA SEGÚN SE ENTRA A LA DERECHA, ME COMENTÓ ESTO:




Ha ocurrido una aberración en Andalucía, en Sevilla. Desde el Aula para la Recuperación de la Memoria Histórica de Sevilla, gestionado por el ayuntamiento, se le encargó a Jose Antonio Parejo, profesor de pensamiento político de la Universidad de Sevilla un libro sobre los orígenes de la Falange en Sevilla.Este joven profesor, que en este 2007 ha comenzado su carrera docente en la universidad, realizó su tesis sobre la Falange en la Sierra Norte de Sevilla (1934-1956). Siguiendo los datos previos de sus anteriores investigaciones, y teniendo acceso a algunos nuevos escribe su obra y la entrega en el plazo que le exigen. Tras mucho tiempo de espera, casi un año, sin que el libro pase por la imprenta con la excusa de que le falta el prólogo, el profesor Parejo se interesa de nuevo por la tardanza. Ahí le explican a las claras que para que el libro vea la luz debe cambiar algunas cosas. Él, pensando en que había algún tipo de error, accede a la revisión, entonces le dicen que debe omitir algunas cosas.Lo más grave de este asunto viene cuando se conocen los extractos que el autor debe omitir. El primero de ellos es un dato, no es una opinión, una tesis ni una opinión, es un dato, extraido de los archivos históricos, que es dónde se escribe la historia, los hechos. Este dato no es otro que el de la participación obrera en la falange. Esta participación, este contingente de clase obrera llega ni más ni menos, que al 50% de la afiliación de la falange. Así, Parejo habla de un partido fascista, que, sin ser un partido obrero, es un partido interclasista en el que la participación es del 50% de sus militantes. Los demás fragmentos a omitir eran transcripciones literales de documentos de la época, entre ellos, la carta de un falangista sevillano a un amigo en la que dice “aquí le damos de estacazos a esos chulillos marxistas”. El argumento para la omisión de estos datos y documentos es que no se ajustan al espíritu de la LEY DE LA MEMORIA HISTÓRICA.La memoria es capaz de separar los recuerdos malos y los buenos y elegir con cuál se queda. La Historia es una serie de hechos y consecuencias que pasaron. Cada uno puede opinar lo que quiera, puede valorarlo, pero lo que pasó, pasó. La Historia es una ciencia, y como tal se debe aceptar. No se puede utilizar para fines personales y cambiarla al antojo del lector.La censura es sólo una consecuencia más de nuestra frágil democracia, menos mal que la alargada sombra de los nuevos censores no llega tan lejos como antaño, y hay editoriales que no dependen de los preceptos políticos que provienen de la poltrona de turno. El libro verá la luz, con una editorial que no es la que le encargó el trabajo, sobreponiéndose a los burdos intentos de cambiar la historia al antojo de quién sea, con la complicidad y el silencio de casi todos los medios de comunicación, y, lo que es más grave, del silencio de la institución que recoge entre sus docentes con este hombre.La Universidad de Sevilla, como institución, ni ninguna de las demás universidades andaluzas han abierto la boca para defender a uno de los suyos. La Universidad, ese refugio intelectual donde las personas son libres, no han sido capaces de defender la libertad intelectual de sus docentes. ¿Miedo a las subvenciones? Es posible que sea eso, pero es una lástima, que en una educación donde la calidad brilla por su ausencia,el único supuesto reducto de libertad del conocimiento, y con calidad del mismo, con sus rectores a la cabeza, escondan el rabo y callen la realidad de la manera tan flagrante como lo han hecho.
HACE MÁS DE SETENTA AÑOS QUE DURA ESTA ACTITUD Y ESTE DISCURSO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, vaya... un profesor listillo, ¿eh...? Oh, qué pena, parecía buen chico. Nada, nada, que le quiten la docencia si es preciso, pero no podemos permitir que sus datos filofascistas se infiltren en sus peroratas y clases magistrales. Que la Ley de Memoria Histérica es la continuación del espíritu del '78, de la Transición y del buenrollismo. Y que, por supuesto, aunque Franco y falange sean conceptos antitéticos en cuanto a filosofía y pensamiento, hay que atarlo todo en el mismo haz - haz, de fascismo -, es decir: facha-franquismo-falange-nazi-holocausto-judíos-muerte-totalitarismo-capitalismo-dictadura-militarismo-.... y un no acabar.

¿50% de clase obrera en esa Falange? ¡Dios... digo, Marx nos libre!