viernes, 9 de mayo de 2008

EL PRIMER MANIFIESTO EUROPEÍSTA ESPAÑOL


MANIFIESTO DE LOS AMIGOS DE LA UNIDAD MORAL DE EUROPA

Tan lejano del internacionalismo amargo como de cualquier estrecho localismo, se constituye en Barcelona un grupo de hombres de profesión espiritual para afirmar su creencia irreductible en la unidad moral de Europa, y para servir a tal creencia dentro de lo que consienta la trágica estrechez de las circunstancias actuales.
El principio de que partimos es que la terrible guerra que hoy desgarra el seno de nuestra Europa constituye, por definición, una Guerra Civil.
Una guerra civil no quiere decir necesariamente una guerra injusta. Pero entonces el justificarla es un conflicto entre grandes intereses ideales. Y al desear la victoria de cualquiera de ellos, es preciso desearla para la totalidad de la república europea y para su general beneficio. No ha de ser lícito, pues, a ninguna de las dos partes en lucha, trabajar para lograr la completa destrucción del adversario. Menos legítimo es aún partir del supuesto nefando de que cualquiera de las partes se encuentre ya, de hecho, excluida de la comunidad superior.
Nos ha sido preciso, sin embargo, el dolor de ver cómo estos asertos eran admitidos y propagados con furia, y no siempre en medios vulgares ni por voces desprovistas de autoridad. Durante tres meses, ha podido parecer que nuestro concepto de Europa naufragaba. Pero ya se empieza a dibujar una reacción. Mil indicios auguran que, al menos en lo ideológico, los vientos se arrastran ya, y que presto van a renacer, dentro de las mejores conciencias, los valores eternos.
Nos proponemos colaborar en esta reacción, contribuir a su conocimiento, y en la medida de nuestras fuerzas a su afianzamiento. No estamos solos. Nos acompaña, desde todos los lugares de la tierra, el anhelo de muchos espíritus clarividentes y el voto tácito de miles de hombres de buena voluntad.
Nos acompaña idealmente sobre todo, desde las lejanías del futuro, la aprobación de los hombres que mañana llamarán buena a la obra humilde a la que hoy se dan nuestras manos.
Para primer paso en ella, nos esforzamos en dar la mayor publicidad posible a todos los hechos, declaraciones y manifestaciones que se producen, bien en los países beligerantes, bien en los neutrales y en lo que se revele la restauración de un sentido de síntesis superior y de altruidad generosa.
Más tarde podremos ampliar nuestra acción y emplear en ella empresas nuevas.
No pedimos otra cosa a nuestros amigos, a nuestra Prensa, a nuestros conciudadanos que un poco de atención a estas palpitaciones de la realidad, un poco de respeto a los intereses de humanidad superiores, un poco de amor a las grandes tradiciones y a las ricas posibilidades de Europa Una.

Eugenio D'Ors

Barcelona, 27 de noviembre de 1914

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eugeni d'Ors: Uno di Noi!

Fijaos en la fecha: 1914. Wow! El mismo año en que daba comienzo la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil Europea que dice d'Ors, ya habían europeístas en las filas de la intelectualidad que renegaban de conflictos micro-nacionalistas.

Casi un siglo después aún existen energúmenos que no se han enterado que Europa es la única forma de mantener vivas nuestras identidades: catalana y española.

¡Un saludo enorme!