jueves, 26 de junio de 2008

HAMBRE Y ENERGÍA


¿QUIERE ESO DECIR QUE LAS RATAS TENDREMOS QUE COMPETIR CON LOS HUMANOS ANTE LOS VERTEDEROS?
"eso ya pasa en casi todo el planeta", me susurra una asquerosa cucaracha.
YA, PERO ¿EN EUROPA TAMBIÉN?
"¿en qué agujero vives? en Europa también sucede"
ENTONCES, ¿QUIERES DECIR QUE EL HUMANO QUE AHORA ESTÁ LEYENDO ESTO, ES POSIBLE QUE EN POCO TIEMPO DEBA HACERLO?
"sí, ji, ji, ji, ji..." ¡CHAF!
ASQUEROSAS... NO ME GUSTA EL RUIDO DE SU RISA.

¿Y A TÍ? ¿€R€$ F€LIZ?


Por D. S.


"Como nos venden la moto" era el título que Noam Chomsky e Ignacio Ramonet le dieron a su libro, publicado en España en 1996 por Icaria Editorial, sobre el poder de pesuasión y mentalización a través de los medios de comunicación en manos de unos pocos interesados. De hecho, el subtítulo que le dieron a su obra era por sí mismo suficientemente esclarecedor: "Información, Poder y Concentración de Medios."

Actualmente estamos asisitiendo a una obscena manifestación de esta manipulación sobre dos temas de interés mundial: el hambre en el mundo y la energía.

Sobre el primero, tras una ingente maniobra especulativa donde los profesionales del mercado de futuros se alían con las empresas interesadas, con el resultado de un alza brutal en los precios de mercado de alimentos de primera necesidad y una supuesta (falsa) escasez de los mismos, inmediatamente se nos "vende la moto" de que la única solución posible para el hambre en el mundo pasa por la generalización del uso de cultivos transgénicos. Como diversos autores han demostrado hasta la saciedad (M. Altieri, F. Moore Lappé y F. Capra entre otros), el problema del hambre en el mundo NO es de producción sino de equidad y justiícia. De hecho, como estos y otros muchos autores señalan, la biotecnología aplicada a la agricultura puede tener como consecuencia una concentración cada vez mayor, en cada vez menos manos, de los recursos agrícolas y alimentarios, en paralelo con la extinción de la biodiversidad agrícola mundial, clave para la resiliencia.

De la mano de esta manipulación nos llega otra relacionada con la energía, donde se nos trasmiten varios mensajes, todos ellos destinados a llevar el agua a los molinos de los interesados. En primer lugar se nos crea mala conciencia, diciéndonos que los problemas del alza de precios y la escasez de alimentos básicos se deben, en gran medida, a la conversión de cultivos de alimentos en otros destinados a la fabricación de biocombustibles. Acto seguido se nos bombardea con un alza continuada en el precio del petróleo que repercute, tanto si corresponde en buena lógica como si no, sobre los precios del transporte y de producos de mercado, creando conflictos que no han hecho más que empezar. Así como en el primer caso la supuesta solución mágica pasa por la masificación de los productos transgénicos, en el segundo (la crisis energética) la receta consiste en la proliferación de la energía nuclear urbi et orbi obviando que, como numerosos expertos han señalado (ver p. ej. los trabajos del Grup de Científics i Tècnics per un Futur No Nuclear - www.energiasostenible.org/) la energía nuclear (1) consume más energía que la que produce, (2) se basa en el uranio, un recurso escaso y no renovable, por el que habrá que competir (léase guerrear) como ya sucede con el agua y el petróleo, (3) produce resíduos de difícil y peligrosa gestión, (4) implica riesgos gravísimos, (5) desvía fondos públicos a fines privados (beneficios fiscales y otros a empresas privadas, subvenciones a municipios afectados, etc.) y (6) incrementa la utilización con fines militares de los subproducots del proceso (p. ej. munición modificada con uranio empobrecido), con consecuencias catastróficas no tan solo para los contendientes de ambos bandos, sino también para el campo de batalla y para el resto del planeta, donde sus aerosoles radiactivos son esparcidos por las corrientes eólicas. Todo ello por citar tan sólo algunas de las características fundamentales de esta energía supuestamente "salvadora". En otras palabras, a los únicos a quienes conviene esta falsa fuente de energía son las grandes consructoras, las compañías eléctricas y la industria armamnentística, a menudo en manos de los mismos grandes accionistas.


Así pues, no nos dejemos "vender una moto" que no funciona, y contribuyamos todos a desenmascarar y repudiar a estos vendedores de falsas promesas.

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